Del desempeño de los primeros 4 meses de gobierno podemos sacar una conclusión evidente: el presidente no es una persona normal. Claro que definir normalidad en este mundo es bastante difícil, pero tomémoslo como un eufemismo.
El relato libertario del que dimos cuenta en una nota anterior se mantiene incólume: aversión al Estado, es decir, a la política, indiferencia por las instituciones republicanas y por el espíritu democrático, y preeminencia de la contabilidad creativa macroeconómica para soliviantar a los mercados. Nada que no hayan hecho las dictaduras del ’55, ’66 y 76. Lo nuevo es, el mesianismo explícito y las comparaciones bíblicas con el pueblo judío. Por ejemplo, hoy estaríamos cursando los 40 años de peregrinación y penuria por el desierto, luego de haber sido expulsados de la tutela del Faraón egipcio y estatista que nos esclavizaba.
Con toda esa batería de medidas rancias, Milei sólo ha acumulado fracasos y dilapidado su capital político, dejando a plena luz del día su falta de preparación, su ideologización excesiva y la dependencia patológica de su hermana Karina.
Ya en 2022, su otrora compañero de ruta, Carlos Maslatón fue el primero en definir a la hermana Karina como la “López Rega” de Javier Milei. “Perón, desde Madrid, le dijo que sí a todo el mundo y cuando llegó no pudo dominar a ese monstruo político que armó desde afuera. Se armó un entorno que no lo dejaba ver la realidad y que era el lopezreguismo.” Maslatón declaró esto cuando Karina decidió echarlo de las filas de Milei.
Para el caso, Karina, también cultora de las artes esotéricas que practicaba el ex cabo de la Policía Federal, ejerce sobre su hermano una influencia de toda la vida. Cuando Javier quiso ser estrella de rock, Karina fue la primera fan y promotora de “Everest” la banda de rock porno que hacía covers de los Rolling Stones; cuando atajó para Chacarita Juniors, iba a alentarlo y lo acompañaba a los entrenamientos, los que, según Javier, abandonó para dedicarse a estudiar economía. Cuanto saltó a la vida mediática, Karina se constituyó en su jefa de campaña y la organizadora del armado nacional. De su candidatura a diputado y a presidente.
Karina es implacable y utiliza sus métodos esotéricos para tomar decisiones importantes, tales como “asociarse” a los sobrinos Menem o expulsar a personajes como Oscar Zago o Marcela Pagano, rompiendo un bloque libertario caracterizado por ser un auténtico cambalache. “Me echaron del espacio porque Karina tiró las cartas del Tarot y salió que yo era un traidor”, dijo un fundado libertario en off al periodista Juan Luis González, autor de “El Loco, la vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina”,” – El Loco es un apodo de la secundaria – la biografía no autorizada de Javier Milei: “tuvo una vida muy compleja, con un padre que lo golpeaba, con una madre cruel, con amigos que no tuvo… la única persona que estuvo a su lado toda la vida es Karina Milei”, cuenta González para explicar la fuerza del vínculo.
González retrata en su libro el aspecto místico de Karina, quien dice conectarse con la médium Celia Melamed, la interlocutora de Conan, el perro muerto que Milei clonó por 50.000 dólares en cinco cachorros que son la comidilla de la sociedad y que están retratados en el bastón presidencial. La misma médium asegura que pudo hablar con el covid y con el dengue…
Acompaño a su hermano a Miami a recibir un ignoto galardón de una secta judía que los consagra como “Embajadores de la Luz” y visitaron a Elon Musk en su mega fábrica de Texas, todo fuera de la realidad y del protocolo oficial.
Karina es apodada “El jefe” por su hermano, admitiendo cierto travestismo en su concepción conservadora del mundo y asegura que ella es quien manda en su relación simbiótica, tal como quedó claro en la asunción a la que asistió ella y no su supuesta pareja Fátima Flores. Lloró al designarla Secretaria General de la Presidencia y desde ese lugar – últimamente dotado de importantes fondos públicos – se está dedicando al armado nacional del Partido Libertad Avanza, y en CABA, en abierto desafío al coto de caza de Mauricio Macri.
Luego de los fracasos del DNU, la Ley Ómnibus y, tal vez, de la Ley Bases; de la marcha atrás que le impuso a las prepagas contradiciendo sus dogmas libertarios y de la rotunda marcha en defensa de la Universidad, Milei cambió de táctica y traslada la política hacia el futuro, en las elecciones de medio término, de las que saldría ganancioso y podría tener más legisladores para hacer a sus anchas lo que hoy se le niega. Lo que niega es la realidad y a su relato sólo le está quedando a la intemperie un sustrato de insania que lo hace pasible de un juicio político que, tarde o temprano, tocará a su puerta. Y no precisamente del más allá…
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